Durante décadas, el trabajo de las mujeres ha sido invisible. No aparece en contratos, no figura en hojas de vida ni cotiza para pensión. Se le llama “trabajo doméstico” y, por costumbre, se ha asumido como una responsabilidad “natural” de las mujeres. Cuidar, cocinar, limpiar, criar: tareas fundamentales para el sostenimiento de la vida, pero…
